En consulta lo notas cada vez más seguido:
pacientes agotados sin razón aparente.
Duermen, pero no descansan. Comen bien, pero siguen sin energía.
Y detrás de todo, el enemigo invisible: el estrés crónico.
Cortisol disparado, sistema nervioso sobreestimulado y una mente que ya no sabe cómo bajar las revoluciones.
Intentan meditar, cambian la dieta, pero el cuerpo sigue en modo “alerta”.
La vida moderna los tiene con el pie en el acelerador y sin freno natural.
Ahí es donde entra la Ashwagandha Ortomolecular,
la planta que enseña al cuerpo a recordar lo que olvidó:
la calma.
Este adaptógeno actúa como un entrenador interno que restaura el equilibrio del eje hipotálamo–hipófisis–adrenal, bajando el cortisol y regulando la respuesta al estrés.
No seda, sino que equilibra.
No estimula, sino que armoniza.
Tu paciente empezará a sentirlo poco a poco:
dormirá mejor sin pastillas, pensará con claridad, y esa sensación de “cansancio constante” desaparecerá.
Volverá a tener energía, libido, concentración y, sobre todo, paz interior.
Los estudios clínicos muestran que la Ashwagandha Ortomolecular:
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Reduce los niveles de cortisol hasta un 30%.
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Mejora la calidad del sueño y la recuperación muscular.
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Aumenta la energía y la libido.
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Disminuye la ansiedad y la fatiga mental.
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Fortalece la función tiroidea y el equilibrio hormonal.
Cuando el estrés deja de gobernar el cuerpo,
vuelve la claridad, el deseo y la vitalidad.
Tu paciente no solo dormirá mejor, sino que volverá a disfrutar del día sin sentirse drenado.
Y lo notarás en su mirada: menos tensión, más vida.
60 cápsulas vegetales
Dosis clínica de Ashwagandha Ortomolecular, 500 mg