¿ Qué nos impulsa a consumir Azucar ?

 

¿Qué nos impulsa a consumir?

Vamos a entender juntos acerca de un tema que está generando importantes debates en la comunidad científica y en nuestras vidas diarias: ¿Es realmente el azúcar adictivo? ¿O, más ampliamente, los alimentos altamente procesados son los responsables de nuestras compulsiones alimenticias?

Del Tabaco a los Alimentos: Un Puente Adictivo

En el mundo de la investigación, científicos y expertos llevan décadas explorando las posibles conexiones entre las adicciones a sustancias reconocidas, como el tabaco, y los alimentos que consumimos diariamente. Una investigadora de la Universidad de Michigan, inspirada por los criterios que definieron la adicción al tabaco hace más de 40 años, abordó esta cuestión en relación con los alimentos altamente procesados.

¿Somos, entonces, conscientes de los paralelismos entre el consumo de tabaco y los alimentos procesados? ¿Acaso los alimentos que elegimos pueden disparar usos compulsivos y cambios en el cerebro similares a los causados por el tabaco?

Los Alimentos Procesados: Entre la Compulsión y la Necesidad

Se ha revelado que estos alimentos, cargados de azúcares, grasas y carbohidratos refinados, pueden activar respuestas compulsivas en el consumidor, ignorando incluso riesgos de enfermedades graves.

¿Cómo podemos ignorar el peligro que nos acecha cuando consumimos estos productos?

¿Nos damos cuenta de que estamos eligiendo placer momentáneo por encima de nuestro bienestar a largo plazo?

El psicólogo de la Universidad de Anuel afirma que estos alimentos ofrecen dosis no naturalmente altas de carbohidratos refinados y grasas, que parecen ser la clave de este potencial adictivo. Y lo alarmante es que, a pesar de saber que el tabaco es adictivo y su venta está restringida a adultos, los alimentos procesados, igual de peligrosos, son promocionados abiertamente a los niños.

¿Somos acaso responsables de exponer a los más jóvenes a estos riesgos?

 

En Busca de Equilibrio: Proteínas y Satisfacción

De hecho, estudios realizados por entomólogos, como Stephen Simpson de la Universidad de Oxford, descubrieron que, en el caso de los insectos, el apetito por diferentes nutrientes compite entre sí, pero la necesidad de proteínas siempre parece ser la más fuerte. ¿No sería prudente, entonces, reflexionar sobre nuestra propia ingesta de proteínas y buscar un equilibrio adecuado para evitar el consumo excesivo de alimentos dañinos?

Una hipótesis, surgida en 2005, sugiere que los humanos, al igual que otras especies, controlan su ingesta de alimentos según la proporción de proteínas. Esta proporción parece estar vinculada a la epidemia de obesidad actual. Si los alimentos que consumimos son bajos en proteínas, continuamos sintiendo hambre, y consumimos más, especialmente si son alimentos altamente procesados, ricos en grasas, azúcares y almidones fácilmente digeribles.

 

El Privilegio de la Elección: Reflexionemos sobre Nuestros Hábitos

En países como México, somos privilegiados al tener acceso a una amplia variedad de frutas frescas y productos naturales todos los días.

¿No deberíamos, entonces, aprovechar esta abundancia y elegir conscientemente alimentos frescos y saludables por encima de los procesados?

Reconfiguración Cerebral: El Papel de la Dopamina

Otros estudios demuestran cómo los “alimentos chatarra” pueden reconfigurar nuestro cerebro, estimulando la liberación de dopamina y creando una necesidad constante de más y más de estos alimentos no saludables. ¿Estamos permitiendo que estos alimentos manipulen nuestras decisiones y deseos alimenticios?

Asumiendo la Responsabilidad

Este viaje reflexivo a través de la adicción alimentaria nos deja con importantes preguntas sobre nuestras elecciones y hábitos diarios.

¿Estamos eligiendo conscientemente lo que consumimos, o estamos siendo víctimas de nuestras compulsiones y de la manipulación de los alimentos procesados?

¿Cómo podemos proteger a las futuras generaciones de estos peligros alimenticios y educarlos sobre el privilegio y la importancia de elegir alimentos frescos y saludables?

Todos podemos ser conscientes de nuestras elecciones alimenticias y a que asumamos la responsabilidad de educar a los demás sobre los riesgos de la adicción alimentaria. La elección, al final del día, está en nuestras manos, y solo a través de la reflexión y la acción consciente podremos construir un futuro más saludable para todos.